viernes, 6 de julio de 2012

Si me toca dar lista y parte


Palabras del Comandante Zonal OS 1era Henny Quintana en la 1era graduación de la Escuela de Formación de Suboficiales 05 de Julio de 2012

Por lo general todos los 5 de Julio son memorables en nuestro país. Hasta hace un año celebrábamos el Bicentenario de nuestra Independencia,  aún cada fecha como hoy se hacen actos de conmemoración a nuestra fecha patria que nos independizó de la patria española, sin embargo hoy es distinto al resto de los 200 años en que se ha celebrado nuestra firma del Acta de la Independencia, definitivamente hoy es distinto, me levanté y me dispuse a firmar cada diploma de los graduandos, y vino un pensamiento a mí que rondaba de hace días; me pregunté ¿Qué diría si tuviera que dar lista y parte en el cielo? ¿Qué hablaría? ¿Cuáles serían las novedades? Y me recreé en este pensamiento.

Si hubiera un lista y parte en el cielo de seguro estaría Gedeón con sus 30.000 y diría “Señor la novedad es que retiramos 29.700 y peleamos con 300 y nos diste la victoria sin tan siquiera desenfundar una espada.
El Rey David diría, padre aunque atemorizados tu ejército estuvo de frente ante el gigante, pero combatí solo yo para que no se exaltara tu ejército, sino se conociera que hay un Dios todopoderoso que nos sostiene y que pelea por nosotros.

 No faltaría Josué con Caleb: Señor como servicio secreto de la morada celeste hubo una gran baja pero los objetivos fueron logrados, peleamos con hombres aun de mayor tamaño al de nosotros y conquistamos tierra de gigantes, aun Caleb de 85 años peleó con todas las fuerzas que le diste y conquistó Hebrón, no solamente entramos a la tierra prometida sino que la ocupamos y la hicimos nuestro hogar; por cierto señor; lo de detener la Luna y el Sol te quedó magnífico, no quedó ni un enemigo con vida.

Creo que no faltaría ninguno de esos generales que guiaron los ejércitos de Israel durante esas fuertes batallas.

Si me tocara dar lista y Parte, esos generales al verme mirarían el uniforme y se preguntarían ¿qué vestido es este? ¿Cómo es que no usamos corazas, escudos, armas… no aguantarían la curiosidad y preguntarían “¿Y tú quién eres?” y aun cuando yo reconozca a mi Señor y Él me reconozca a mí,me aprovecharé de la incertidumbre y les responderé: somos los Exploradores del Rey de Venezuela, y me he colado para dar el parte de la graduación de la Escuela de Formación de Sub Oficiales de la zona 1. Cada oficial viste así porque cada color, cada implemento, cada accesorio que cargan puesto en el uniforme lleva implícito un significado que se centra en exaltar el nombre de Dios. 

Cada escudo dibujado que vean en ese uniforme solo rinde gloria y honor a quien lo merece, Nuestro Señor Jesucristo; no usamos corazas ni armas materiales, porque nuestras guerras las libramos contra huestes de maldad, contra invisibles que no hieren el físico sino el espíritu, pelean no por sus vidas terrenales sino por sus vidas espirituales, libran guerras todos los días, no hay un día de descanso, todos los días adoramos, alabamos, compartimos con Dios, nos gozamos en su presencia y peleamos la que el Apóstol Pablo llamó la buena batalla, cada uno tiene a su cargo responsabilidades y un pelotón a quien cuidar, unos que están preparándose y otros ya están preparados; no solo velan por sus vidas espirituales sino por la de sus destacamentos también, por la de la iglesia, por la de aquellos que aun no conocen a nuestro Señor, es una guerra universal, hacen vigilia, ayunan, interceden, defienden la doctrina. 

Son jóvenes, la mayoría muy jóvenes y la guerra y la pelea es tan fuerte que tienen que pelear hasta con ellos mismos, tienen que sujetar sus pasiones porque se les exigen que sean celosos del sacrificio que hizo Jesucristo en la cruz, se les pide que cada día tienen que hacer que valga la pena, es la guerra de los nuevos tiempos. Mis generales, no pelean por obtener méritos aunque se los concedemos,  pelean porque saben que hay un lugar, un espacio en el reino de Dios, una piedrecita blanca para cada uno de ellos con un nombre distinto que no tienen mas nadie, esos son los graduandos de la EFOSO, esos son los oficiales de la zona y del país entero, nos sentimos gozosos, sentimos pasión por Jesús, por eso todos los intentos que sean necesarios los harán porque en sus venas llevan la pasión que nos enseñó Jesucristo con su vivo ejemplo; realmente esta explicación los dejaría atónitos; pero es hora de dar el parte.

Señor Jesucristo con su permiso daré el parte de esta graduación.

Eran muchos, eran demasiados, ahora son los que tú te placiste que fueran. Pudiera dar números pero la calidad prioriza, las consecuencias han sido duras, no somos la misma cantidad que empezamos pero si hay una cantidad que se mantuvo, algunos no están en las filas porque las pruebas fueron fuertes y aun tienen fe que podrán vencerlas y volverán, otros se enredaron en las cosas que son del mundo y no se mantuvieron precavidos, otros aun pelean pero desde otra área, pero los que están se mantienen para que cuando los otros vuelvan consigan terreno donde volver a sembrar sus esperanzas. 

Los que se mantienen están aquí, se mantendrán porque hay una esperanza de que nuestro próximo uniforme sean vestiduras blancas, sin arrugas y sin contaminación, hay graduandos, instructores, fundadores, comandantes, líderes, autoridades; pero todo esto tiene un solo motivo… eres Tú señor, todo el esfuerzo vale la pena porque tú nos sostienes con tu gracia. Tu misericordia hace que abramos los ojos cada día porque nuestra propia voluntad no está creada con esa potestad. Hoy los graduandos parecen agasajados, pero son anfitriones, porque el agasajado de esta celebración eres Tú. No nos cansaremos, ni nos rendiremos, cuando regreses por nosotros estaremos peleando la misma batalla que se nos encomendó, todo lo has hecho perfecto para nosotros y te rendimos tributo por ello, mientras tanto anhelamos tu venida.
Sin más novedad que agregar, saludo y permiso para retirarme.

Me parece que una voz dulce pero como de trompeta dice: Permiso concedido exploradores, no bajen la guardia, la pelea está en sus inicios, largo camino les resta. Y yo estoy con ustedes.