Palabras
del Comandante Zonal OS 1era Henny Quintana en la 1era graduación de la Escuela
de Formación de Suboficiales 05 de Julio de 2012
Por lo general todos los 5 de Julio
son memorables en nuestro país. Hasta hace un año celebrábamos el Bicentenario
de nuestra Independencia, aún cada fecha
como hoy se hacen actos de conmemoración a nuestra fecha patria que nos
independizó de la patria española, sin embargo hoy es distinto al resto de los
200 años en que se ha celebrado nuestra firma del Acta de la Independencia,
definitivamente hoy es distinto, me levanté y me dispuse a firmar cada diploma
de los graduandos, y vino un pensamiento a mí que rondaba de hace días; me
pregunté ¿Qué diría si tuviera que dar lista y parte en el cielo? ¿Qué
hablaría? ¿Cuáles serían las novedades? Y me recreé en este pensamiento.
Si hubiera un lista y parte en el
cielo de seguro estaría Gedeón con sus 30.000 y diría “Señor la novedad es que
retiramos 29.700 y peleamos con 300 y nos diste la victoria sin tan siquiera
desenfundar una espada.
El Rey David diría, padre aunque
atemorizados tu ejército estuvo de frente ante el gigante, pero combatí solo yo
para que no se exaltara tu ejército, sino se conociera que hay un Dios
todopoderoso que nos sostiene y que pelea por nosotros.
No faltaría Josué con Caleb: Señor como
servicio secreto de la morada celeste hubo una gran baja pero los objetivos
fueron logrados, peleamos con hombres aun de mayor tamaño al de nosotros y
conquistamos tierra de gigantes, aun Caleb de 85 años peleó con todas las
fuerzas que le diste y conquistó Hebrón, no solamente entramos a la tierra
prometida sino que la ocupamos y la hicimos nuestro hogar; por cierto señor; lo
de detener la Luna y el Sol te quedó magnífico, no quedó ni un enemigo con
vida.
Creo que no faltaría ninguno de esos generales
que guiaron los ejércitos de Israel durante esas fuertes batallas.
Si me tocara dar lista y Parte,
esos generales al verme mirarían el uniforme y se preguntarían ¿qué vestido es
este? ¿Cómo es que no usamos corazas, escudos, armas… no aguantarían la
curiosidad y preguntarían “¿Y tú quién eres?” y aun cuando yo reconozca a mi
Señor y Él me reconozca a mí,me aprovecharé de la incertidumbre y les
responderé: somos los Exploradores del Rey de Venezuela, y me he colado para
dar el parte de la graduación de la Escuela de Formación de Sub Oficiales de la
zona 1. Cada oficial viste así porque cada color, cada implemento, cada accesorio
que cargan puesto en el uniforme lleva implícito un significado que se centra
en exaltar el nombre de Dios.
Cada escudo dibujado que vean en ese uniforme
solo rinde gloria y honor a quien lo merece, Nuestro Señor Jesucristo; no
usamos corazas ni armas materiales, porque nuestras guerras las libramos contra
huestes de maldad, contra invisibles que no hieren el físico sino el espíritu,
pelean no por sus vidas terrenales sino por sus vidas espirituales, libran
guerras todos los días, no hay un día de descanso, todos los días adoramos,
alabamos, compartimos con Dios, nos gozamos en su presencia y peleamos la que
el Apóstol Pablo llamó la buena batalla, cada uno tiene a su cargo
responsabilidades y un pelotón a quien cuidar, unos que están preparándose y otros
ya están preparados; no solo velan por sus vidas espirituales sino por la de
sus destacamentos también, por la de la iglesia, por la de aquellos que aun no
conocen a nuestro Señor, es una guerra universal, hacen vigilia, ayunan,
interceden, defienden la doctrina.
Son jóvenes, la mayoría muy jóvenes y la
guerra y la pelea es tan fuerte que tienen que pelear hasta con ellos mismos,
tienen que sujetar sus pasiones porque se les exigen que sean celosos del
sacrificio que hizo Jesucristo en la cruz, se les pide que cada día tienen que
hacer que valga la pena, es la guerra de los nuevos tiempos. Mis generales, no
pelean por obtener méritos aunque se los concedemos, pelean porque saben que hay un lugar, un
espacio en el reino de Dios, una piedrecita blanca para cada uno de ellos con
un nombre distinto que no tienen mas nadie, esos son los graduandos de la
EFOSO, esos son los oficiales de la zona y del país entero, nos sentimos
gozosos, sentimos pasión por Jesús, por eso todos los intentos que sean
necesarios los harán porque en sus venas llevan la pasión que nos enseñó
Jesucristo con su vivo ejemplo; realmente esta explicación los dejaría
atónitos; pero es hora de dar el parte.
Señor Jesucristo con su permiso
daré el parte de esta graduación.
Eran muchos, eran demasiados,
ahora son los que tú te placiste que fueran. Pudiera dar números pero la
calidad prioriza, las consecuencias han sido duras, no somos la misma cantidad
que empezamos pero si hay una cantidad que se mantuvo, algunos no están en las
filas porque las pruebas fueron fuertes y aun tienen fe que podrán vencerlas y
volverán, otros se enredaron en las cosas que son del mundo y no se mantuvieron
precavidos, otros aun pelean pero desde otra área, pero los que están se
mantienen para que cuando los otros vuelvan consigan terreno donde volver a
sembrar sus esperanzas.
Los que se mantienen están aquí, se mantendrán porque
hay una esperanza de que nuestro próximo uniforme sean vestiduras blancas, sin
arrugas y sin contaminación, hay graduandos, instructores, fundadores,
comandantes, líderes, autoridades; pero todo esto tiene un solo motivo… eres Tú
señor, todo el esfuerzo vale la pena porque tú nos sostienes con tu gracia. Tu
misericordia hace que abramos los ojos cada día porque nuestra propia voluntad
no está creada con esa potestad. Hoy los graduandos parecen agasajados, pero
son anfitriones, porque el agasajado de esta celebración eres Tú. No nos
cansaremos, ni nos rendiremos, cuando regreses por nosotros estaremos peleando
la misma batalla que se nos encomendó, todo lo has hecho perfecto para nosotros
y te rendimos tributo por ello, mientras tanto anhelamos tu venida.
Sin más novedad que agregar, saludo
y permiso para retirarme.
Me parece que una voz dulce pero
como de trompeta dice: Permiso concedido exploradores, no bajen la guardia, la
pelea está en sus inicios, largo camino les resta. Y yo estoy con ustedes.